jueves, 20 de noviembre de 2008

LA MALDITA

Maldita desconfianza, ya sabía yo que aparecería con sus manos negras ensuciándolo todo y, por más que me entregué, por más que abrí mis puertas de par en par, por más que di, por más que luché, ella hizo su aparición escapando a mi control, porque en ningún momento estuvo en mis manos.

Entró por un hueco del descuido, estúpida, traidora, con su cara de reina de la fiesta, mirándome por encima del hombro, triunfante y vencedora soberbia, diciendo aquí estoy yo para volverte a estropear la vida. Y yo, que limpiaba afanada, que por fin me imaginé moviéndome en un mar de pureza, que me permití creer por unos instantes en la honestidad y en valores que ya daba por perdidos y que ahora no puedo ni mencionar... Yo, crédula, insensata, simplona, ilusa, tonta, imbécil, caricatura de mí misma, absurda, ridícula y grotesca, me veo hoy lapidando mis pasos hacia la fe con los desconchones de mis paredes deshechas. Tal vez me precipité en construir tabiques sobre el aire, desoyendo los consejos que me hablaban de la prudencia de asentarse sobre sólidos cimientos, tal vez veneré a dioses con los pies de barro, tal vez fui victima otra vez de mis quijotadas, tal vez no estoy fabricada para navegar en las aguas de este mundo frívolo…

Hoy no tengo respuestas, no hoy que no consigo salir de mi asombro, de mi desilusión, de mi desencanto, de mi flagelación, de mi autoagresión, de mis ganas de desaparecer de este perverso mundo donde la gente con sueños es pisoteada, machacar al prójimo es un triunfo, la mentira siempre sale impune, mantener ideales provoca la risa y el insulto, el que más oprime es el que más triunfa, burlarse del otro está de moda, la lucha por los valores es motivo de duda acerca de la cordura de alguien y la inocencia no sólo no se respeta, sino que se desprecia.

Hay que ser implacable, amigos, este mundo es una selva y para sobrevivir debemos educarnos en la pedagogía de la superficialidad, de la hipocresía, del aprovechamiento de los demás, de la fabricación de verdades inventadas que nos conduzcan a la funcionalidad y al pragmatismo, y sobre todo a extraer ganancias, sean de tipo que sean, eso sí, lo importante es no salir perdiendo nunca. Enseñemos correctamente a nuestros sucesores: la gente limpia no va a ningún lado, las utopías son demencias disfrazadas, los valores son el opio moderno del pueblo, la empatía es un invento de los más espabilados para distraer a los ingenuos y llegar los primeros a la meta.

Y, amigos míos, la vida no es ningún sueño, aunque, eso sí, los sueños, sueños son.

26 comentarios:

Ana dijo...

Pues es una verdadera pena...Yo les inculco a mis niñas la educación, el respeto y todos esos valores que a día de hoy parecen trasnochados.
Muchos besos.

el piano huérfano dijo...

y si los sueños, sueños son.
A veces hay pesadillas soñadas no tan reales.

La maldad existe, no podemos vivir pensando en ella, hay que bajar la guardia, hacer de la entrega completa, es la unica forma de gozar la vida.

A veces los miedos traen pesadillas.

loose dijo...

No quiero leerte así.
Pero cierto es que a veces nos flaquean las fuerzas, que hay algo que nos supera. Pero estoy segura de que lo tomarás como una experiencia, de la que obtendrás muchas respuestas, una enseñanza más que te proporcionará esa "mala hierba", que te abrirá nuevos caminos que te aparten de la tormenta.

Muchos besitos.

Anónimo dijo...

Hoy el horizonte que se contempla está nublado y gris. Ella viaja en un navío sólido y fuerte, de los más bellos que existen por dentro y en toda su estructura. Las olas empiezan a agitarse y a tambalear tan fuerte el barco que parece estar a punto de naufragar, y con su resistencia puesta a prueba constantemente sin tregua... aun aguanta, avanza sobre las aguas entre la tormenta y lucha contra viento y marea por mantenerse a flote. Ella va en la cubierta y siente frío, el mar le salpica la cara violentamente y desgarra sus ropas... pero a pesar de eso, permanece agarrada fuertemente a la baranda mientras desafía la furia exterior de las aguas, con la cabeza bien alta, impasible, tragándose el dolor y escupiendo la espuma que empieza a saberle amarga en la garganta. Y asomada en la cubierta, ve como en otro buque que parece navegar a su lado, alguien está más preocupado en reparar sus tablas desgastadas y en refugiarse en la bodega hasta que se calme la tormenta que en avanzar como ella hasta tierra firme, donde encontraría, sin duda, un lugar tranquilo, cálido y perfecto para quedarse. Si ese marinero no es capaz de avistar esa oportunidad con su catalejo es que no es buen lobo de mar y no ve más allá de su timón, y seguramente navegará a la deriva y sin rumbo concreto durante mucho tiempo... Pero ella, audaz e intrépida, sin duda encontrará lo que busca detrás de esa niebla que ahora dificulta su visión. Mientras las sirenas que acompañan su viaje le cantan a lo lejos una canción: "tu coraje te lleva a buen puerto donde será recompensado, sabemos que no te conformarás con deambular entre la gris espesura cuando sabes que si avanzas un poco más todo volverá a llenarse de luz... la luz de un precioso día que se suma a la que tú desprendes... sobre todo bella princesa, no sufras".

Muchísimos besos. Mónica.

Cristina dijo...

Ana: sí, es una pena, muy grande, muy dolorosa, pero desgraciadamente los idealistas agonizan.

Pianito: ojala fueran pesadillas, ojala soñar sirviera en momentos así para despertar a una realidad mejor. Aún intento mantener un tenue rayito de esperanza por que alguien haga sonar su despertador y me arranque de un horrible espejismo. Gracias, cielo, por tu apoyo, tu calor y esa paz que me regalas a tu paso.

Loose: no todavía no es el momento de percibir la enseñanza de la mala hierba, ni siquiera confio en que haya nada que aprender de todo esto, solo queda un gran surco de impotencia. Tampoco hoy me siento con fuerzas para ser esa buena jardinera que arranca mala hierba y siembra nuevas flores en su lugar. No se mañana. Gracias por entender, por estar, por apoyar.

Muchos besos a las tres.

Cristina dijo...

Mónica, mi Moni, mi Momo, corazón mío, no se qué decirte, es tan bello, tan hondo, tan auténtico, tan incondicional, eres tú.

Me he quedado muda, apretando el llanto, pero ahora lloro de gratitud por tenerte, mi gran amiga. Eres grande, muy grande y te quiero.

Mil besos.

Anónimo dijo...

Me ha sorprendido tu pots.Espero que estes bien y todo lo que escribes desaparezca lo antes posible.

Besos Pompera.

Ana dijo...

Cristina...Gracias por pasar a animarme aunque no estés bien...Desgraciadamente no mando señales encriptadas.Hace unos 15 días cogí el toro por los cuernos y los dos sentimos lo mismo.Pero estamos en momentos diferentes y hay que esperar...El problema es que el que espera desespera y la solución a esta historia no va a ser rápida...
Besos guapa.

Ana dijo...

Ay...Que torpe soy...Espero que tu también te animes pronto.
Besos.

loose dijo...

SIII!!!

CONFÍA EN TÍ.

Sabes que puedes con eso y mucho más.
Yo no te conozco personalmente pero transmites y mucho y con eso me vale para saber que eres capaz.

Más besitos.

Anónimo dijo...

Noooooooo! Los sueños son divinos, sueña cariño, tengo un master en sueños, en desconfianza, en decepciones, en ilusiones, en confianza, en risas, en lágrimas, en amores locos, y en amigas que te prestan su hombro; el mío es tuyo.

Y la desconfianza, se me ocurre que igual la metes en esa bolsita que llenaste con lo que sobra y la tiras por el mismo sitio. No vale la pena la torre de la soledad.

Un besito, cielo. Tq

Cristina dijo...

Pompera, gracias corazón, ojala algo o alguien me devuelva la fe, es muy difícil cuando se rompe, pero al menos estas muestras de cariño que recibo me traen esperanza de que aún quede algo bueno en el ser humano. Un besito.

Ana, gracias a ti. Suerte en la espera, parece que promete. Besos.

Loose, gracias cielo, hoy solo hay oscuridad, pero confío en recuperar eso que te transmito y confío en ser capaz de poder con esto. Un besico.

Reina: ya se que me entiendes, por eso se que ahora me permites esta dosis de pesimismo ante la desconfianza que se ha instalado en mi. Por supuesto que acepto tu hombro, hoy me hace mucha falta. Gracias mi Reina. Yo también tq.

Anónimo dijo...

La gente limpia al final es la que triunfa, y TU TRIUNFARÁS...el problema no es tuyo, hay que entregarse y ser auténtica, lo demás no sirve para nada y tu VALES MUCHO. No me gusta verte y leerte así...ANIMOOOOOOOOO y al toro por los cuernosssssssss. Un besazooooooooooooooooo de tu madrileñaaaaaaaaaa

Shidermo dijo...

Leo el post y veo que son las sucias manos de la desconfianza las que escriben, no tú, no la Cristina que hechiza. Y si por la aparición de lo que escapa a tu control estás hundiéndote en las profundidades del océano escucha el canto de las nereidas que ellas te escoltarán en el camino de vencer los sueños para abrir las puertas a la realidad, porque la realidad suele superar cualquier sueño y cuando estos caen significa que hay espacio para que entre aquella. Y yo estoy seguro de que a la gente que cuida sus valores y sus ideales acaba construyendo realidad.
Así que no llores por perder los sueños que, como tú dices, los sueños sueños son, deja espacio a la vida, pero la vida pintada con la luz de las manos de Cristina no con las oscuras manos de la desconfianza.
Y para lo que necesites, si quieres, ya sabes donde encontrar una mano amiga.

Cristina dijo...

Gracias madrileña mía, mi rubia animadora e incondicional. No se si en otras cosas triunfaré algún día porque parece que, más allá de mi lucha personal, el azar no se pone de mi parte, ahora bien, en amigos soy vencedora absoluta con medalla de platino. Un abrazo muy fuerte, Yoly.

Shidermo, un millón de gracias, si pretendías dar aliento, lo has conseguido. Sabes que peco de dejarme hipnotizar demasiado por cantos de sirenas que me acaban hundiendo en las profundidades más oscuras. Y ahora ando pidiendo a las nereidas que, por favor, me guíen a la superficie porque me ahogo ahí abajo. Hoy no sólo lloro por perder sueños, sino porque creo que se me están acabando los colores para pintar la realidad. Gracias por esa mano amiga. Un beso.

Anónimo dijo...

Hola Cristina, te mando un fuerte abrazo.
Animo y no te castigues, perdónate, quiérete… y sigue soñando.
besillos.

Cristina dijo...

Gracias Ocram, eres un sol. Lo intentaré, intentaré cuidarme un poquito y procuraré no caer en el escepticismo más absoluto, aunque hoy no puedo, a ver otro día...

Otro abrazo y otros besillos para ti.

Anónimo dijo...

Sólo pasaba a darte un besito

Oscar García dijo...

Hay una canción que dice:

...así que sé fuerte o sé inteligente, pero sé algo en la tierra, y ten en mente un escondite, por si empieza la guerra...

Saludos

Cristina dijo...

Gracias Oscar. Sí, violadores del verso, no? Cuánta razón tienen en mucho de lo que dicen. Pues tengamos un escondite preparado por si alguna vez no podemos ser ni fuertes ni inteligentes cuando llegue esa guerra.
Besos.

Shidermo dijo...

Visito a menudo tu lugar esperando con ilusión encontrar otras palabras, otro color en la portada, otras letras que me indiquen que la desconfianza salío por la ventana asustada e impotente ante la fuerza y la deterinación de tu esencía.

Y es que hay veces que hacemos limpieza pero nos dejamos dentro precisamente eso que más ensucía y la vida, que es sabía, nos envía la desconfianza para descubrirnos que nos queda por limpiar para que nada tenga el poder de estropearnos la vida.

Porque debajo de esa superficie de desilusión, de esas peleas contra ti misma y contra el mundo, en lo profundo se encuentra esa esencia que nos hace a todos más hermosa la vida. Deseo, por cariño y por puero egoísmo, que encuentres pronto tu camino hacia lo profundo.

Cristina dijo...

Gracias Shidermo, en ello ando poco a poco, y voy reconociendo esos rincones mal frotados que han quedado con alguna mancha difícil de sacar y me doy cuenta de que en ésas son en las que más empeño debería haber puesto desde el principio, pero ya sabes lo mal hechos que estamos y los defectos de fábrica que traemos. Y sí, no me avergüenza reconocer que me equivoco muchas veces y que muchas veces la desconfianza es un sesgo mío y sólo mío. Como dice una buena amiga, a veces nos dejamos traicionar por pesadillas, pero estas también pasan. He estado trabajando duro para echar a la desconfianza por la ventana, ya se fue y ahora prometo ponerme a trabajar para seguir mi camino hacia lo profundo y para poner aquí un poco más de color. Gracias por el deseo, por el cariño y por ese egoísmo tan generoso.

loose dijo...

Te vuelvo a visitar para darte las gracias por tus palabras en mi último post. Se hace bastante duro cuando ves que el tiempo pasa y sigues prácticamente estancada en el mismo lugar, creyendo que te mueves y resulta que al final, no vas a ningún sitio. Que todo lo que creíste recuperar se esfuma en un instante, un eterno instante, que te atormenta y no te deja respirar. Estoy agotada, pero aún soy capaz de sacar fuerzas para luchar. Porque estoy aprendiendo que la vida es mucho más y quizá sea ese el problema, que me quiero tanto, que la quiero tanto que tengo miedo a dejarla escapar.

Te mando muchos besitos y espero que te encuentres bien. Eres muy grande y todo aquello que te haga sufrir es porque no es merecedor de todo lo que eres, de todo lo que das.

Cristina dijo...

Ay Loose!, que difícil es la vida, verdad corazón? pero se puede, claro que se puede y aunque a veces tengas la ilusión óptica de no moverte a pesar de que tus pies corren, te aseguro que has avanzado, sólo tienes que darte tiempo para ver el resultado.
En todo caso, las fuerzas para luchar son más inagotables de lo que pensamos, como decía mi abuela: "qué Dios no te de todo lo que puedes llegar a aguantar", y yo se que tú de fuerzas andas sobrada, así que sigue queriéndote y sigue queriendo a la vida y no la dejes escapar, ese es tu derecho, pero también tu deber.
Muchísimas gracias por tus palabras, todavía ando detrás aquello que no me haga sufrir y me he puesto a buscarlo dentro de mi, a ver si hay suerte.
Un besito, cielo.

Anónimo dijo...

no a todo: la vida sí es un sueño

Cristina dijo...

Gracias Amor, eso es precisamente lo que necesitaba oir, necesitaba que alguien desconfirmara mi desconfianza. Hay días en que todo parace carecer de sentido, pero luego aparecen personas que se lo devuelven.
Un beso.